lunes, 31 de diciembre de 2012

DIEZ LIBROS

Los diez mejores libros que leí durante 2012.

1.- Lincoln, de Gore Vidal.

Ya hablé de este libro largo y tendido en una entrada del blog. Poco más que añadir a una novela tan atrayente como estimulante.

2.- Libertad, de Jonathan Franzen.

Franzen es un gran escritor. Ahora está de moda darle palos por todos lados, pero mucho me temo que su obra finalmente se impondrá. Aquellos a los que solo les gusta la experimentación no encuentran en Franzen nada especial, pero no se dan cuenta que lo que ha hecho Franzen es lo más vanguardista que hoy se puede hacer con una novela: escribirla al modo más clásico posible.

3.- Relato soñado, de Arthur Schnitzler.

Descenso a los infiernos en una sola noche, en apenas ciento veinte páginas, de un joven médico en la Viena más crepuscular jamás imaginada. La estructura simétrica de la obra es absolutamente genial. Su versión cinematográfica es Eyes Wide Shut, la última película que rodó Stanley Kubrick y que es fiel al texto pero trasladándolo al Nueva York actual.


4.- Del boxeo, de Joyce Carol Oates.

Carol Oates es una de las mejores escritoras vivas. Polivalente donde las haya, la norteamericana sabe contagiar a sus escritos de ese extraño pulso narrativo que consigue engancharte a cualquier historia. En esta ocasión comparte con nosotros, sus fieles lectores, una de sus grandes aficiones: el boxeo. Como a todos los que nos gusta el ring, Carol Oates parte de una clara premisa: el boxeo no es un deporte, ni un arte, ni una disciplina. Es otra cosa.

5.- Mason & Dixon, de Thomas Pynchon.

Partiendo de un hecho histórico, el escurridizo escritor Thomas Pynchon plantea una novela de mil páginas en las que el humor y la ternura se dan la mano de una forma asombrosamente natural. Una verdadera obra maestra. Me da rabia que a Pynchon se le cuelgue el calificativo de “autor difícil”, pues su literatura es una auténtica celebración del arte de contar historias.

6.- La gran marcha, de E. L. Doctorow.

Una de las mejores novelas sobre la Guerra Civil Norteamericana que he leído nunca. Doctorow nos cuenta la epopeya de la marcha del ejército de la Unión al mando del general William T. Sherman por territorio confederado, atravesando los Estados de Georgia y las Carolinas en 1864-1865. Con una amplia galería de personajes de todos los estratos sociales, Doctorow radiografía el alma americana con tanta precisión como sencillez.



7 .- Las cuatro reinas, de Barry Gifford.

Me encanta Barry Gifford. Me gustan sus novelas, sus cuentos, sus ensayos sobre cine negro, su biografía de Kerouak y sus poemas. La poesía de Gifford, como en las cuatro reinas, bordea el haiku hasta extremos impensables. Poemas con dos, tres palabras que crean todo un mundo, todo un universo. Cada verso es como un navajazo al alma.

8.- Mansfield Park, de Jane Austen.

Primer libro del Curso de literatura europea de Nabokov. Quien piense o crea que Jane Austen es una escritora para mujeres, sensiblera, cursi o rosa, es que no sabe de qué va esto de escribir libros. En fin, ellos se lo pierden. Lean, lean a Jane Austen.

9.- Donde se guardan los libros, de Jesús Marchamalo.

Precioso ensayo en el que Marchamalo se mete de lleno a investigar las bibliotecas de algunos escritores actuales, como Javier Marías, Enrique Vila Matas o Andrés Trapiello. Un libro para los que tengan curiosidad por saber qué leen ciertos autores. En mi caso he de decir que me sorprendió (mucho) la biblioteca de Arturo Pérez Reverte.

10.- Europa, de Julio Martínez Mesanza.

El último libro que he leído en 2012 y uno de los que más me ha gustado. Martínez Mesanza ha sido mi descubrimiento personal de este año. No conocía a este magnífico poeta, con un mundo personal desbordante y perfectamente identificable después de leer tres o cuatro poemas. Europa es un viaje (al estilo Kavafis) por un continente que no puede ni debe renunciar a su historia, esa de la que hoy muchos, vestidos de una extraña y petulante progresía, reniegan de forma tan vergonzosa como analfabeta.


         Desde Ítaca, más deshabitada que nunca, les deseo un feliz fin de año y un buen 2013, al menos con buenos libros entre las manos.

sábado, 22 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD



«Puede que haya muchas cosas buenas de
las que no he sacado provecho», replicó el
sobrino, «entre ellas la Navidad. Pero estoy
seguro de que al llegar la Navidad -aparte de
la veneración debida a su sagrado nombre y
a su origen, si es que eso se puede apartar, siempre
he pensado que son unas fechas deliciosas,
un tiempo de perdón, de afecto, de
caridad; el único momento que conozco en el
largo calendario del año, en que hombres y
mujeres parecen haberse puesto de acuerdo
para abrir libremente sus cerrados corazones
y para considerar a la gente de abajo como
compañeros de viaje hacia la tumba y no como
seres de otra especie embarcados con
otro destino. Y por tanto, tío, aunque nunca
ha puesto en mis bolsillos un gramo de oro ni
de plata, creo que sí me ha aprovechado y
me seguirá aprovechando; por eso digo:
¡bendita sea!»

A Christmas Carol, Charles Dickens, 1843